Como muchos artesanos almanseños, José López Pastor no le da importancia a su trabajo. Son unos artistas en su oficio pero no acaban de creérselo. No obstante, ahí están sus obras en muchos hogares. Y, lo más sorprendente, durante décadas ha montado todas las tramoyas de nuestro querido Teatro Regio. No sólo hay arte en el escenario sino también entre bambalinas. Él está convencido, desde hace mucho tiempo, que los chicos que no desean proseguir estudios superiores y universitarios deberían especializarse en toda clase de oficios. Porque no todos podemos ser licenciados universitarios. Ahora parece que el Ministerio de Educación le da la razón y está promoviendo los estudios de ciclos formativos profesionales.